13 de febrero de 2012

El Niño Interior

Escrito por el Dr. Fernando Peiró - Costa Rica.


(Fragmento extraído del Libro “Tres Poderes para la Superación Personal)

Derechos Reservados

Autor: Dr. Daniel Fernando Peiró

Hay un niño que habita en su corazón que aguarda, silencioso, su protección.

Este niño interior se hace evidente ante Usted, cuando manifiesta su manera auténtica de ser y de sentir.

Este niño interior suele estar herido, desde su infancia; y ahora teme cuando el recuerdo de esos momentos de niñez, aparece en sucesos actuales de su vida.

El mayor de los miedos de este niño interior, es seguir abandonado. El quiere sentirse amado y le pide - todo el tiempo - que vaya a su encuentro.

Establecer nuevamente la alianza con su niño interior, requiere de reconciliarse con los sucesos experimentados en el pasado. A esta reconciliación, yo la llamo “el rescate de la inocencia”, debido a que, de alguna manera, Usted se siente inconscientemente culpable de no haber podido ser feliz en aquellas situaciones claves que vivió en los tiempos de la infancia.

Para comunicarse con él, es necesario retroceder al pasado a través de su imaginación y acercársele como si fuera su propio hijo. Permítase hablarle con ternura y darle su espacio para que, poco a poco, exprese sus miedos, su dolor y sus enojos; de modo que pueda liberarse de las ataduras que lo ligan con el adulto que es Usted ahora.

Cuando este niño le hable, es importante que se aleje del juzgamiento y pueda estar con su corazón abierto para abrazarlo, contenerlo y decirle que lo ama profundamente, y que ahora, ya está a salvo. Juntos, Usted y su niño interior, desarrollarán la confianza del uno con el otro.

En lo particular, considero que el concepto de “trinidad espiritual”, radica justamente en “padre, hijo y espíritu”. Si Usted reconoce la presencia de Dios, como Padre Supremo, podrá considerar que su Espíritu es la energía del Amor, que le pide la alianza con su Hijo, que es su niño interior.

Su niño interior le está esperando para jugar, divertirse, hacer inventos, revolcarse por la tierra del paraíso celestial, que vive dentro de su alma. Tenga consciencia de que todo cuanto Usted haga, sea como un niño expectante de aprender, de ser nuevamente creativo y alegre.

Cuando la tristeza tiña de gris su diario vivir, visite al niño de su corazón, abrácelo y pregúntele qué le está sucediendo. Todo lo que le afecta a este niño interior es lo que lo pone a Usted en desequilibrio. Recobre su potenciación, su auto-valor, su autodominio. Estará siendo comprensivo, compasivo y muy amoroso consigo mismo.

Ejercicio: Abrace su niño interior

Cierre los ojos un momento. Relájese. Imagine que nuevamente está en el vientre de su madre. Usted siente protección, paz y felicidad.

Luego va construyendo las escenas de su pasado, cuando Usted era un niño pequeño y se sentía herido. En ese momento, imaginará que abraza a ese niño que llora y está triste y apenado.

Usted, con su edad actual, abrazará, lleno de amor, al niño, que también es Usted mismo. Le entrega todo su amor, lo protege y le dice: “Ya pasó... Todo está perfectamente bien. Estas a Salvo... “Te amo”... Dios y Yo estamos contigo”.

Luego visualice que el niño se marcha feliz, corriendo y en paz, liberado de todo sufrimiento.

Este será el momento del encuentro con su propia inocencia. Todas las culpas y miedos ya no existen más. Sienta su libertad.

Jesús expresa:

“Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”

(La Biblia - Mateo 18:2-4).

Dr. Daniel Fernando Peiró

Autor, Mentor y Coach

Formador de Líderes Integrales

Web Oficial: www.danielfernandopeiro.com

Derechos Reservados

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