Durante los últimos años, vengo siguiendo como la sociedad comienza a ser más responsable a cuidar el medio ambiente, a través de un conjunto de acciones que se desarrollan, tanto en consumidores, instituciones sin fines de lucro, grupos ecologistas, asociaciones de consumidores; como las empresas y organizaciones. Todos haciéndose partícipe de este proceso de ser concientes del daño y la crisis ecológica que sufre nuestra única casa que es el planeta.
El Marketing de hoy, forma uno de los principales instrumentos que tienen las empresas para conseguir su estrategia en el mercado. En ese sentido, la preocupación actual por el cuidado del medio ambiente impone el esfuerzo de rediseñar el marketing desde una perspectiva ecológica aún mayor; hasta el día de hoy las organizaciones están inmersas en un sistema de producción y consumo que exige un nivel de consumo de recursos naturales y de generación de residuos y contaminantes que sobrepasa la capacidad de la naturaleza de autorregenerarse. Bajo este sistema el marketing Sostenible (también denominado marketing medioambiental, marketing verde, ecomarketing o marketing ecológico) se presenta como una nueva filosofía en la organización de la empresa, un nuevo enfoque que busca satisfacer necesidades sociales junto a las necesidades presentes de los consumidores, donde se involucra el proceso de planificación, implementación y control de una política de producto, precio, promoción y distribución que genere el mínimo impacto negativo en el ecosistema, en otras palabras más amigable con el medioambiente.
La figura de un nuevo consumidor “verde” o “ecológico” aparece en el mercado, preocupado no sólo por la satisfacción de sus necesidades presentes, sino también por la protección del entorno natural en su conjunto. Para estos consumidores el calificativo ecológico es un atributo valorado en el proceso de decisión de compra. En algunos casos dicha valoración se manifiesta en pagar un mayor precio por productos percibidos como ecológicos; en otros casos se manifiesta en el rechazo de aquellos productos más contaminantes; y en otros casos se manifiesta en preferir el producto más ecológico en igualdad de características funcionales y económicas (calidad, comodidad, precio, promoción de ventas, cantidad, etc).
Ahora me pregunto. ¿Es posible diseñar una estrategia de marketing que, al mismo tiempo, satisfaga las necesidades del consumidor y qué al mismo tiempo minimice los impactos negativos sobre el medio ambiente?
La respuesta puede ser sencilla y afirmar que es posible, pero en este diseño se deben contemplar tres pilares claves:
· Educar medioambientalmente a los consumidores y demás grupos de interés.
Analizando el comportamiento social se deduce que la sociedad actual no está dispuesta a reducir su nivel de consumo, el principal desafío hacía un marketing verde es transformar la forma de consumo. Para lograrlo, las acciones de marketing deben conseguir poner al consumidor del lado de la empresa, mediante la educación, tanto en los problemas como en las soluciones medioambientales. Formar a los Consumidores permite conseguir que la preocupación por las cuestiones ecológicas se traslade al comportamiento de compra y consumo, incrementando el tamaño del segmento de consumidores ecológicos.
· Rediseñar el marketing- mix para incorporar el factor medioambiental.
En la implementación hacia el cambio se debe buscar una consecución de objetivos ecológicos y económicos de cada variable de marketing, para que ambos no se enfrenten.
Un producto no debería ser comercializado como ecológico centrándose únicamente en el producto en sí, mientras ignora las implicaciones ecológicas de la fabricación y de la empresa en su conjunto.
· Crear una cultura de la organización basada en la búsqueda continua de la mejora medioambiental de la empresa, es decir modificar su comportamiento.
El marketing Sostenible tiene la función de desarrollar, a través de acciones de marketing interno, una cultura de la organización basada en la preocupación medioambiental. Cultura que debe ser aceptada por todos los trabajadores de la empresa, independientemente de su nivel jerárquico (desde la alta dirección hasta los operarios) e independientemente de su función (compras, producción, comercialización, financiación, etc.).
El medioambiente nos pide ser más amigable con él, dentro de la empresa o como consumidores responsables. A poner nuestro granito hacia un mejor futuro ecológico…
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